miércoles, 9 de noviembre de 2011

This is me

Yo soy una chica algo escuálida, alta, de ojos castaños y pelo alborotado. Esa podría ser mi descripción física.
A nivel interno, la gente me describe como simpática, alegre, divertida, extrovertida y algo despistada. También podría añadir ciertos adjetivos peyorativos como: orgullosa, egocéntrica, etc., etc.
Pero para ser sincera, no sé cómo soy, en estos momentos puedo asegurar que estoy confundida, no sé lo que quiero, ni ahora, ni en el futuro. Sé que me gustaría saber mucho más de lo que realmente sé, ser algo más culta, más inteligente, tener ciertas ambiciones, y simplemente saber qué quiero hacer cuando acabe la carrera. Pero no lo sé, y me asusta bastante el hecho de acabar la carrera sin saber qué quiero hacer el resto de mi vida.
Ahora mismo todo lo que sé, es que mi vida es algo así como mi pelo, algo alborotada. En los aspectos más básicos, me cuesta bastante abrirme realmente a la gente, y supongo que como me fallan ciertos apoyos, tengo demasiada confianza con la gente más cercana, y es por eso que cuando me traicionan, me afecta más de lo que debería. Para mí, ver en ellos sinceridad es algo muy importante, supongo que no soporto en cierto modo la hipocresía. Al final siempre cansa, y estar rodeada de ella me puede resultar agotador. También, soy una chica que se agobia con facilidad ante la palabra compromiso, y que odia las despedidas.
Soy una persona de ese tipo que solo aprende equivocándose, nunca he temido a la muerte, es algo que no me asusta, supongo que cuando tenga que acabar, acabará. Este hecho hizo que viviera al límite una temporada, por aquel entonces mi lema era “carpe diem”, y no valoraba nada, ni apreciaba a nadie más que a mí misma, pero con el tiempo te das cuenta de que existe vida más allá de ti, y aprendí a valorar las cosas en el momento que carecí de ellas, y descubrí lo mucho que costaba conseguirlas. Aprendí a respetar, y lo que implicaba esta palabra, y lo maravillosa que puede llegar a ser.
Cuando era pequeña tenía muchos planes de futuro para antes de cumplir los 20, por aquel entonces era una inconformista, quería defender los derechos de todos, pretendía hacer algo por el mundo, ser alguien en el mundo. Hace unos meses antes de cumplir los 20 años, me di cuenta de que nada de lo que había previsto se iba a cumplir, ni siquiera cosas tan básicas como estudiar fuera de Pamplona. Es por esto por lo  que no me gusta hacer planes a largo plazo, te creas expectativas muy altas, y luego la caída es más estrepitosa, al no cumplirse. Además, no creo en ellos, puesto que siempre aparece algún factor nuevo que va cambiando el rumbo de las cosas.
Un momento trivial en mi vida, cuando descubrí lo dura que era la vida, el cómo tenías que luchar en el día a día para poder sobrevivir, ese momento en el que en cierto modo perdí la inocencia, aquel momento en el que todo dejó de ser de color de rosa, y aparecieron nuevos colores. Aunque es cierto, que trato de evitar preocuparme por la vida, creo que siempre hay alternativas, en el aspecto de: “si no puedes conseguir algo de una manera, intenta encontrar otra”.  Siempre he sido bastante soñadora, me gusta pensar que la gente no es tan desgraciada y que no se le da excesiva importancia a cosas superfluas. También creo en las segundas oportunidades, opino que todos nos equivocamos, y que si ese error se rectifica hay que tener derecho a otra oportunidad. Además, creo que la vida es algo maravilloso, cosas tan simples como un paseo por un parque a la tarde, ver a los niños jugar, ver la puesta de sol, pasear por la playa, una sonrisa, esos pequeños detalles hacen de ella algo increíble.
A corto plazo, únicamente pienso en acabar la carrera, claro que me gustaría ser alguien de provecho en el futuro, pero por si nunca lo logro, mejor no ilusionarse. Y el único plan que por ahora no ha cambiado, es cómo pasaré mis últimos días: en un pequeño pueblo costero.

1 comentario:

  1. Querida Maite,

    Me parece una descripción maravillosa. Cuenta con mi apoyo y mi cariño,

    Jaime

    P. S. Tu descipción me trae a la memoria un poema falsamente atribuido a Borges que circula por internet. Te lo copio:


    INSTANTES

    Si pudiera vivir nuevamente mi vida.
    En la próxima trataría de cometer más errores.
    No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
    Sería más tonto de lo que he sido,
    de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
    Sería menos higiénico.

    Correría más riesgos,
    haría más viajes,
    contemplaría más atardeceres,
    subiría más montañas,
    nadaría más ríos.

    Iría a más lugares adonde nunca he ido,
    comería más helados y menos habas,
    tendría más problemas reales y menos imaginarios.

    Yo fui una de esas personas que vivió sensata
    y prolíficamente cada minuto de su vida;
    claro que tuve momentos de alegría.

    Pero si pudiera volver atrás trataría
    de tener solamente buenos momentos.
    Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
    sólo de momentos; no te pierdas el ahora.

    Yo era uno de esos que nunca
    iban a ninguna parte sin un termómetro,
    una bolsa de agua caliente,
    un paraguas y un paracaídas;
    si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.

    Si pudiera volver a vivir
    comenzaría a andar
    descalzo a principios
    de la primavera
    y seguiría descalzo
    hasta concluir el otoño.
    Daría más vueltas en calesita,
    contemplaría más amaneceres,
    y jugaría con más niños,
    si tuviera otra vez vida
    por delante.
    Pero ya ven, tengo 85
    años y sé que me estoy muriendo.

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